¿Dejas a tu audiencia con la boca abierta al hacer presentaciones o notas algún bostezo que otro entre los asistentes? ¿Preparas tus charlas o te gusta improvisar? ¿Eres un mago de las animaciones de Powerpoint o prefieres lo simple y sencillo? Sea cual sea tu estilo, hay algunos errores habituales que debes evitar. Te los enumero a continuación:
(La fecha original de publicación de este artículo es el 20 de diciembre de 2017, por eso tiene tantas visitas. La nueva fecha corresponde al día de actualización del contenido).
Contenido
- 1 No preparar bien la presentación
- 2 No comenzar dejando claro el tema principal
- 3 No mostrar un índice o flujo de la presentación
- 4 Incluir diapositivas que no dicen nada
- 5 Poner demasiado texto en las diapositivas
- 6 Mostrar información que la audiencia no pueda ver bien
- 7 Insertar imágenes de poca calidad o distorsionadas
- 8 Incluir exceso de animaciones y transiciones
- 9 Hacer una presentación lineal y aburrida
- 10 No terminar con las conclusiones del tema presentado
No preparar bien la presentación
Siempre hay que preparar las presentaciones. Siempre. Mejor mucho que poco. Mejor demasiado que nada. Prepara y ensaya tus presentaciones si quieres que te salgan bien. Todos lo hacen, incluso los grandes oradores.
Si no lo crees, fíjate en las charlas de la web TED, que incluye algunas de las conferencias más vistas de la historia. Te darás cuenta que también los gurús repiten sus anécdotas y chistes, algunos con demasiada frecuencia…
Y pensarás, ¿pero que hay de la improvisación y de la aventura del directo? Pues bien, yo te recomiendo que esas cosas las dejes para otros. Trabaja tus charlas y tendrás el éxito garantizado.
No comenzar dejando claro el tema principal
Intenta que tu público sepa desde el minuto 1 el concepto clave de tu presentación y dónde quieres llegar. Así captarás su atención desde el principio. No les dejes escapar durante los primeros instantes o se perderán entre tus diapositivas.
No mostrar un índice o flujo de la presentación
Ayuda también a tu audiencia a seguirte y a que no se pierdan en el camino. Muestra un índice al comenzar y hazles saber durante la presentación donde se encuentran.
Incluir diapositivas que no dicen nada
No añadas diapositivas si no tienen un contenido relevante. Tu público te compra ideas y calidad, no cantidad. Revisa tu presentación antes de cerrarla y elimina todas las diapositivas que no tengan un mensaje claro.
Poner demasiado texto en las diapositivas
No hace falta que incluyas en tus diapositivas textos con todo lo que vas decir. Es más, es mala idea hacerlo. Pon sólo los mensajes principales y cuenta tú todo lo demás. La audiencia está ahí para escucharte, no para leer. Déjales disfrutar de tu oratoria y destina las diapositivas a imágenes y mensajes clave. ¡Tú eres el protagonista de esta historia!
Mostrar información que la audiencia no pueda ver bien
A menudo los conferenciantes dicen frases del tipo: «Bueno, esta diapositiva no se ve muy bien, pero…». Y yo me pregunto, ¿por que lo incluyen en su presentación si el público no puede verlo? No lo hagas. Busca otro contenido que exprese tu idea y que tu audiencia pueda ver con claridad.
Insertar imágenes de poca calidad o distorsionadas
Una imagen vale más que mil palabras, dicen, y es verdad, pero tiene que ser una imagen de calidad. Evita fotografías de poca resolución y nunca las distorsiones estirándolas. Es muy cutre y tu presentación perderá puntos. Da igual que tengas pocas fotografías, lo importante es que sean buenas e impactantes.
Incluir exceso de animaciones y transiciones
Los colores chillones, las animaciones circenses y las transiciones con fundidos y cuadritos, están pasadas de moda. No las utilices. Elige estilos que permitan destacar el contenido de tus diapositivas.
Hacer una presentación lineal y aburrida
Intenta que tu presentación no sea una autopista llana y sin curvas. Añade alguna pendiente pronunciada o un giro inesperado. Siempre hay lugar para una anécdota o un chiste que rompa el flujo de tu presentación y permita a la audiencia coger fuerzas. Eso sí, ten cuidado no diseñes una carretera demasiado tortuosa que resulte incómoda al público.
No terminar con las conclusiones del tema presentado
Por último, no te olvides de cerrar tu presentación con una o dos diapositivas que resuman el mensaje que quieres dar. Es fundamental empaquetar tu charla y ponerle el lazo para que todos puedan llevársela a casa. Si no lo haces, corres el riesgo de que tus ideas se diluyan minutos después y no dejen huella.
¡Saludos!
Gerardo Marote